Aumentar la eficiencia de las centrales eléctricas en al menos un 10%: esta es la hazaña revolucionaria del ingeniero Joseph Haiun.
Dos pájaros de un tiro: recuperan el calor rechazado por las centrales y lo transforman en energía gracias a su compresor termocinético, ahorrando energía y el medio ambiente. Especialmente cuando sabemos que, por lo general, las ganancias de un punto requieren inversiones colosales.
Lo más brillante de su proceso es que también funciona gracias a la inyección de microgotitas de agua de 5 micras.
1 punto de eficiencia ganado en 2002 habría representado, a nivel mundial, un ahorro de aproximadamente 110 teravatios-hora, o 9.46 millones de toneladas de petróleo equivalente y 83 millones de toneladas de CO2 menos liberadas a nuestra atmósfera pobre ...