¿Deberíamos matar dromedarios para salvar el clima?
Australia propone sacrificar dromedarios, que emiten demasiado metano. "Una solución falsa y estúpida" según los científicos
En Australia, matar camellos se está convirtiendo en un acto ecológico. En cualquier caso, es una de las primeras iniciativas lanzadas en el marco del programa gubernamental de compensación de carbono ofrecido a los agricultores (Iniciativa de Agricultura de Carbono).
Una tonelada de CO2 equivalente por año
Desde su introducción en el siglo XIX, los dromedarios se han aclimatado tanto al desierto australiano que hay más de un millón en la naturaleza. Al igual que el ganado, estos herbívoros se tiran mucho pedo: según la compañía Northwestern Carbon, cada animal emite 45 kilos de metano por año, o una tonelada de CO2 equivalente.
Según los cálculos de la compañía, matar a un dromedario evitaría 15 toneladas de carbono equivalente y, por lo tanto, contribuiría a la lucha contra el calentamiento global. El proyecto de iniciativa Carbon Farming ofrece a los agricultores cambiar los restos por créditos de carbono, lo que podría generar alrededor de cincuenta euros.
Erradicada "de forma inhumana"
"Esta es una solución falsa y estúpida", respondió la Sociedad Internacional para la Investigación y el Desarrollo de Camellos (ISCRD). Esta organización cuestiona las estimaciones de población de camellos en Australia y su contribución a los gases de efecto invernadero. “Los camellos representan menos del 1% de los herbívoros rumiantes del mundo”, recuerda el ISCRD. Deberían "verse como riqueza" en las zonas áridas, en lugar de ser erradicados "inhumanamente".
Fuente: Metro http://bit.ly/lwGIn9