En Texas, la nueva fiebre del oro negro

Las empresas de Texas no lo están gritando desde los tejados, pero es un hecho: el desastre del huracán Katrina es un muy buen negocio para ellas. En Nueva Orleans, se cuentan las víctimas. En Wall Street, los analistas financieros ya están haciendo cálculos inteligentes sobre quién se beneficiará más. Las empresas que instalan y reparan tuberías y plataformas tienen un largo camino por recorrer y sus libros de pedidos van a aumentar. Los productores de crudo, grandes y pequeños, que han visto dispararse los precios del petróleo y que ha empezado la escasez sin sufrir el menor daño, tampoco se quejan. "Se embolsan todo el aumento sin romperse la cabeza con problemas de reparación", dijo Dan Pickering, jefe de Pickering Energy Partners en Houston.

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