En el mercado de Londres, el precio del barril alcanzó los 78,64 dólares. Supera su récord anterior establecido el 17 de julio en 78,18 dólares.
Este nuevo brote puede explicarse en particular por el cierre del campo petrolero más grande por parte de BP en los Estados Unidos en Alaska.
Los sitios en Alaska se cerraron después del descubrimiento de una fuga en un oleoducto. El cierre de los sitios reducirá la producción en 400 barriles por día, o casi el 000% de la producción estadounidense.
El contexto ya era tenso para el mercado del oro negro debido a preocupaciones geopolíticas en el Líbano e Irán y los riesgos asociados con la temporada de huracanes en el Atlántico.